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Titre du blog : Can Mitrofan, el blog de Joan-Daniel Bezsonoff
Auteur : Mitrophane
Date de création : 05-03-2009
 
posté le 18-03-2010 à 11:18:12

Un catalán con apellido ruso

El Periódico, 18/03/2010

 

Josep Maria Fonalleras

 

   Joan-Daniel Bezsonoff realiza en ‘Un país de butxaca’ una evocación nostJoan-Daniel Bezsonoff realiza en ‘Un país de butxaca’ una evocación nostálgica del aprendizaje de la lengua de sus abuelos lgica del aprendizaje de la lengua de sus abuelos

 

Joan-Daniel Bezsonoff (Perpinyà, 1963) es un personaje singular. Y ha dedicado buena parte de su producción más reciente a definir los marcos de su singularidad: orígenes rusos, cultura francesa, devoción argelina, cantante aficionado y pletórico de piezas de Luis Mariano, multilingüe, expansivo. Ahora, en Un país de butxaca, Bezsonoff rehace su filiación rosellonesa, los veranos pasados en Nils, en casa «dels padrins», los abuelos maternos, que le hablan en una lengua que él, finalmente, elegirá como herramienta literaria.
Esta es la historia personal de un aprendizaje. Más aún, de una decisión. La lengua catalana que en el Rosellón «s’ha evaporat com la boira d’un matí d’estiu», aniquilada debido a «les lleis d’un complot diabòlic», difunta por culpa de un «assassinat programat», Bezsonoff no la aprende en los libros sino «a la cuina, sota un parador de cassoles immemorials i en companyia de sitrells d’oli, d’un porró comprat a Andorra i del Sagrat Cor d’un pelegrinatge a Lorda». Es decir, en el ambiente familiar y concentrado de la infancia, una especie de paraíso que este texto se encarga de sepultar. De aquel entorno amable, ¿qué queda? Las palabras de los abuelos que siempre le acompañarán. Un país de butxaca es, por encima de todo, el homenaje a sus antepasados, al padrí que registraba en una cinta, que el escritor aún conserva, la fonética precisa de una lengua que Bezsonoff asume como propia.
El libro es una respuesta a la pregunta que él mismo se hace a lo largo de esta evocación nostálgica y radical (porque es deudora de un tiempo que ha perecido y porque es un ejercicio de voluntad férrea): «Fins a la mort, em demanaran per què escric en català i no en francès o rus». Bezsonoff concentra su propio «camí de Damasc», su caída de los caballos franceses o rusos, en dos episodios de un alto valor simbólico. Su primera visita a Girona, donde sabe, en un instante epifánico, que «el meu país no és França sinó Catalunya»; y la estancia, en 1985, en la Universitat Catalana d’Estiu, en Prada de Conflent. Sale de allí con la idea premeditada, también iniciática, de escribir en aquella lengua que ya no abandonará. Una lengua y una historia a la cual rinde tributo con su confesión.

 

Commentaires

Antoni de Dalt le 18-03-2010 à 14:24:38
No hi ha cap periodista inglès que llegeixi el català per fer un paper en inglès al nostre company Bezsonoff ?