Adiós a Argelia
Julià Guillamón, La Vanguardia 14/09/2011
Hace casi diez años que Joan Daniel Bezsonoff empezó a publicar sus novelas de guerra en Barcelona. Su literatura causó sorpresa por la novedad y fue acogida con gran simpatía. En el año 2003 La guerra dels cornuts ganó el Just M Casero, un premio especializado en nuevos autores. Y en el 2005 ya tenía el Crexells, el premio de novela más importante a obra publicada. Desde entonces Bezsonoff ha ido editando, a un ritmo de uno al año, unos cuadernos que reconstruyen su pasado personal y familiar: los antepasados rusos, la educación francesa y la pasión catalana. Estos libros, entre el ensayo y las memorias, son lo mejor que ha escrito. Ahora vuelve a la novela con un proyecto que se remonta a 1994, un relato de los últimos días de la Argelia francesa. La cita inicial, del cineasta Jean-Pierre Melville, dice mucho: unos de los pocos momentos en los cuales se puede encontrar la virtud en la vida de un hombre es el ejército, junto a los oficiales superiores que son los auténticos monjes de hoy en día. De acuerdo con esta idea, Bezsonoff describe al comandante Daniel Valls como un personaje singular: un hombre de acción apasionado de las lenguas, gran lector de periódicos, cuando llega a una ciudad lo primero que hace es buscar la librería. A pesar de que trabaja en los servicios secretos, y de vez en cuando tiene que fulminar a unos tipos del FLN, no es violento. Siente la llamada de la sangre: en una escaramuza, en el barranco de Uadi Baïnet, utiliza llanzallamas y deja fritos a unos cuantos terroristas, despanzurrados, con los intestinos colgando. Pero regresa al campamento, con sus hombres, ' malcontents de tots i malcontents de nosaltres. ' Unas pocas líneas más allá ya lo encontramos leyendo el diccionario Fabra. La melancolia dels oficials pone sobre la mesa las cosas buenas y las no tan buenas de los libros de Bezsonoff. La fórmula que utiliza, de novela condensada en poco mas de cien páginas, es moderna, atractiva y de buena lectura, pero a veces da la sensación que mas de una novela se trata de un borrador o resumen. No hay tiempo para desarrollar bien los sentimientos , las emociones y el impacto de las cosas. La narración esta construida como una acumulación o un encadenamiento. Ahora secuestran a Valls, ahora infiltran a un agente junto a un traficante de armas, ahora el agente se se enamora de la hija del traficante: todas estas historias flotan en el relato, poco trabadas. ¿Qué es lo que permite que la novela Bezsonoff se aguante? El mundo de Bezsonoff, la novedad de lo que explica, los detalles de la vida de las colonias o de la Francia provincial, la lengua que se ha construido a medida de este mundo propio. ' Un vol de granades incendiàries ', escribe. ' Ensumava els seus cabells i jugava amb la sivella dels sostenidors. ' ' Tot el cos de la noia tremolava com si hagués caigut en un ortigar. ' La novela reconstruye el clima variopinto y explosivo de Argel i Tanger, París y Lyon, la proclamación de la V República y el ascenso de De Gaulle al poder en el 1958. Con el punto de vista del comandante Valls, héroe meláncolico, que se lamenta de tantas muertes inútiles. La narración termina con un discurso del general: la suerte está echada. Coincidiendo con esta tercera novela argelina, Barril & Barral publica Los taxistas del zar, el primer libro de Bezsonoff que se traduce al español, sobre los orígenes de la familia del padre. Los taxistas del zar son los rusos blancos exiliados que, en los primeros años en Francia, hacían el taxi. Vale la pena.